Aporía es un término
griego que, etimológicamente significa incertidumbre, nos referimos a la
situación que se crea cuando un problema carece de solución o da lugar a
conclusiones absurdas.
Esto es algo que
podemos ver en el método de la mayéutica de Sócrates, en la cual aparece el
"falso saber" para ser develado. Este recurso fue muy utilizado por
los primeros filósofos, pero especialmente, los sofistas, y la Escuela de
Megara. También se nota su uso, por ejemplo, en Platón, y los estoicos.
-La aporía de
Anaxágoras y Demócrito
Un ejemplo de aporía en filósofos vistos en
clase podrían ser Anaxágoras y Demócrito. El primero, sostenía la teoría de
semillas, que como hemos visto en clase, viene a explicar la creación de las
cosas, la materia. Esta sería formada por semillas infinitas. Sin embargo,
Demócrito no entendía cómo podía ser posible que hubiera objetos finitos
derivados del infinito. Lo que le lleva a la conclusión de que todo está
formado por partículas indivisibles, que serían los átomos.
En este
ejemplo, se llega a dos conclusiones: o la infinita divisibilidad de la materia
o la no infinita divisibilidad de la materia. Esta antinomia parecía oponerse a
todo pensamiento racional, lo que lo convierte en una aporía.
-La aporía de Zenón
de Elea
El caso anterior es
conocido por nosotros, sin embargo, no es el más famoso, este sería la aporía
de Zenón de Elea. Fue un filósofo griego nacido en Elea, perteneciente a la
escuela. Fue discípulo directo de Parménides de Elea. Intenta demostrar que el
ser tiene que ser homogéneo, único y, en consecuencia, que el espacio no está
formado por elementos discontinuos sino que el universo entero es una única
unidad.
La más famosa es su
paradoja de Aquiles y la tortuga que todos conocemos: Aquiles el más veloz de
los hombres nunca podría alcanzar a la lenta tortuga si ésta había partido un
momento antes que él ya que a «cada espacio que avanzaba Aquiles, la tortuga
siempre estaba un espacio adelantada». Su método consistió en lo que ahora
llamamos la demostración indirecta o reducción al absurdo: demostración
indirecta de una tesis mediante la reducción al absurdo de la tesis contraria.
Como opinión personal, aunque esta manera de rebatir creencias y opiniones
pueda resultar efectivo, no creo que sea una manera aceptable de razonar. Si
bien, es comparable con el método de Sócrates, no lleva a ningún sitio al
margen de plantearnos un debate interno, por lo general, no termina con una
conclusión lógica que resuelva el problema que había en un principio, sino tan
solo nos hace ver lo incorrecto de este. Es muy fácil volver a ellos y rebatirlos,
como ha pasado con muchas de las aporías de Zenón, que se han demostrado
equivocadas.
-http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la filosofia/Filosofiagriega/Presocraticos/AporiasZenon.htm
-http://filosofia.laguia2000.com/diccionario-de-filosofia/aporia
Buena entrada Lucía… aunque con cierto retraso.
ResponderEliminarSaludos