El hombre de la cámara es una película que nos muestra imágenes de
la vida cotidiana en la década de 1920 en Moscú, Kiev y Odessa. Cambia
sutilmente de un sujeto a otro sin un orden claro, dejando al público
preguntándose se hay un hilo argumentativo que los conecte a todos de alguna
manera. Dziga Vertov, el director, dejó muchos huecos en la unión de secuencias
para que la audiencia los rellenara de manera que pudiesen comprender lo que
estaban viendo sin necesidad de que se le dijera directamente.
Lo que se puede observar en
especial a lo largo de toda la película son momentos en los que muestran de manera
crítica la fantasía del modernismo. Por ejemplo hay muchas escenas de máquinas
produciendo a una rápida velocidad, que se contrasta con imágenes de gente
creando el producto manualmente. Escenas de descanso seguidas por trabajo.
Muestra la vida como un ciclo que se mueve y no para, de la mañana al
anochecer, del nacimiento a la vida, del matrimonio al divorcio… todo esto está
unido como las maquinas con sus engranajes, tuercas, etc. En general, lo que
pretende es evocar el ideal comunista, especialmente haciendo énfasis en los
valores, como el de que una relación harmoniosa entre la economía y la gente
llevará a un buen futuro para todos, por lo que no puede existir un sistema en
el que el trabajo conduzca a la alienación de los trabajadores, como sucede con
el capitalismo.
Mediante esta película Vertov
pretendía que los ciudadanos soviéticos se diesen cuenta de los problemas en la
sociedad y despertase en ellos una manera de entender la realidad y que tomasen
acción, lo que se muestra de manera más evidente en momentos como por ejemplo
cuando une una imagen de un pájaro y luego una boca, dando a entender que el público
debe cantar, hablar. Se han entendido estas imágenes a través de la percepción
filosófica marxista en la que; Dialéctica = Tesis+ antítesis. Por ejemplo, la
clase burguesa (tesis) + el proletariado (antítesis) = Revolución (antítesis).
Debido al mensaje general que
contiene recibió muchas críticas. Principalmente porque se veía como un intento del director de hacer
creer a los espectadores lo que el director quería y taparlo como una película
de ficción. Sin embargo, el hecho de que no hay actores ni escenarios hace que
se proyecte una visión realista del mundo, pues tan solo se puede ver a los
ciudadanos soviéticos actuando de la manera que lo hacen diariamente, jugando,
trabajando, su relación con las máquinas de la vida moderna… Se le podría considerar
hasta cierto punto un documental con tonos críticos debido a la manera en la
que está montado.
Además de la importancia que tuvo
esta película en la historia del cine debido a su uso de la argumentación, la
edición y los planos usados podríamos mencionar la función que realiza el
director con esta en relación a la necesidad de la que hablaba Marx de que
aquellos trabajadores que ya han entendido que el comunismo es la única forma
de vivir plenamente y en armonía deben ayudar a aquellos que no han llegado a
esta conclusión a poder verlo. De modo que realiza un trabajo en cierta manera
propagandística incitando a las masas a levantarse contra el sistema que les
está oprimiendo y comenzar una revolución que acabe con él.