Hume es
considerado un escéptico, según su filosofía no se puede conocer nada con
certeza, desmonta así el dualismo cartesiano que imperaba en la época, la
existencia de un mundo, e incluso del yo, etc. Al creer así, no podía de
ninguna manera aceptar la existencia de un Dios. Niega su existencia apelando
al problema del mal en el mundo. La religión tiene su origen en el sentimiento
de miedo de la gente y en la ignorancia de las causas de los eventos de la
naturaleza.
Esta manera de ver el mundo, centrando su filosofía en la naturaleza
humana, el escepticismo, la negación de la utilidad de la metafísica, etc.,
recuerda bastante a otro filosofo del siglo XX del que ya hablamos alguna vez, Friedrich
Nietzsche. En ambos filósofos podemos encontrar una gran cantidad de
similitudes. En cierto modo se podría considerar a Hume como una gran
influencia sobre la filosofía de Nietzsche e incluso sobre la corriente filosófica
del nihilismo.
Algunas de las similitudes más
evidentes son:
Como ya mencioné, ambos filósofos
eran naturalistas, colocando la mentalidad humana como una parte más de la
naturaleza, sujeto de los mismos mecanismos que dirigen el resto de eventos
naturales. Por esto criticaran con fuerza a los antiguos filósofos racionalistas
y dualistas pues encontraban estas creencias dañinas a la mente humana ya que
paraban el progreso filosófico. Creían que debemos aceptar la vida por lo que
realmente es, y aceptar nuestra incapacidad de alcanzar un conocimiento total.
Cada uno desde su tradición denunció el concepto que ya veníamos viendo de
la metafísica. Según Hume y
Nietzsche, esta solo se usaba para intentar justificar idealismos, cosas a las
que no podían encontrar explicación de otra manera como podía ser el
conocimiento de las ideas o la naturaleza los seres humanos.
Algunas de las razones que presenta Hume para negar esta creencia es que
no podemos estar realmente seguros de nada, como ya mencioné, es un escéptico además
de un empirista, por lo cual no aceptará como posible ningún conocimiento que
no se respalde con un a impresión, algo que hayamos captado a través de los
sentidos. Y dado que no podemos probar al cien por cien que existimos tanto
nosotros como el mundo, y no tenemos impresiones de ello no podemos aceptarlo
como verdadero. De esta manera irá negando la metafísica que imperaba en su época,
demostrando que no tiene sentido de ser. A este problema Nietzsche le dará un
enfoque distinto, más crítico con el ser humano, pues una de las razones que
dará para negarla será que este se crea a través de la Incapacidad de aceptar
un destino trágico, los hombres se sienten impotentes ante una vida llena de
sufrimiento y la niegan, creando otra realidad, perfecta, donde pueden apoyarse
para poder aceptar su situación.
En lo que respecta a la moral,
Nietzsche y Hume coinciden en algunos aspectos, entre los que destacan la
crítica a las morales racionalistas, la no existencia la objetividad moral y la
defensa de las emociones y los sentimientos como origen de la moralidad.
Para Hume, el juicio de una acción se basa en los sentimientos que nos
evocan, lo que se llamaría emotivismo moral. No hay un conocimiento que permita
dictaminar el grado o desagrado de un hecho. Por tanto, la razón y el
entendimiento no son suficientes para explicar la moral. De manera parecida,
Nietzsche se muestra contrario a una moral basada en la razón, aunque alude a
la necesidad de buscar en la biología, en el instinto y en la pasión los
valores que hacen un mejor ser humano, que el llamaría superhombre. Aquí
podemos encontrar una gran diferencia entre los filósofos, mientras que para
Hume, la finalidad de la moral es que sirva de utilidad para el ser humano,
Nietzsche lo que busca es la mejoría de la moral individual, sin la necesidad
de ser útil a la sociedad. De hecho, uno
de los sentimientos de los que habla Hume es el de la simpatía, este
sentimiento de compasión es bueno, porque es útil para el conjunto de la
sociedad. Sin embargo, Nietzsche crítica cualquier sentimiento que signifique
compasión o piedad, pues los califica de valores inferiores. Los que él propone
son los de la fuerza, el coraje… los propios del superhombre.
En conclusión, resulta interesante ver las diferencias y parecidos que
se presentan en ambos filósofos. Además de sus similitudes en el pensamiento,
resulta interesante ver como ambos, de manera distinta, se opusieron a lo que
era más aceptado en su época, atreviéndose a predicar sus propias ideas incluso
cuando no son bien aceptadas, como le pasó a Hume cuando negó de la existencia
de Dios.