Origen es una película estadounidense estrenada en 2010, escrita
y dirigida por Christopher Nolan. Trata la historia de Dom Cobb, un experto en
el arte de apropiarse, durante el sueño, de los secretos del subconsciente
ajeno. Sin embargo, para poder cambiar de vida debe hacer lo contrario de lo que ha hecho siempre: la
incepción, que consiste en implantar una idea en el subconsciente en lugar de sustraerla.
Realmente, lo que
más nos importa de esta historia es como se trata la idea de los sueños. Muchas
veces, cuando los personajes están en un sueño no se dan cuenta de que no es la
realidad, y está hecho de manera que a la audiencia también le lleve un tiempo
darse cuenta de si lo que estamos viendo una escena que ocurre realmente o es
una mera imaginación. Esto nos recuerda a la hipótesis del sueño que Descartes
propuso. Como sabemos, este es un filósofo racionalista que plantea encontrar
la verdad absoluta, que posea unas ideas claras y distintas para obtener una
filosofía cierta y ordenada. Para conseguirla utiliza el medio de la duda
metódica, por el que duda de todo hasta encontrar una evidencia por la que
ningún concepto se podrá dudar de ella, y esa será la verdad absoluta.
Con esta teoría podríamos enlazar muchas de las situaciones
dadas en la película de Origen:
Pues bien, la
película de Origen explora estos
temas que ya se planteaba Descartes. Una de las soluciones que se dan a este
problema es que nuestra memoria nunca podría conectar un sueño con otro y con
nuestra vida en general de manera organizada del mismo modo que lo hacemos con
los hechos que ocurren cuando estamos despiertos. En la película, sin embargo,
este argumento no es completamente válido ya que cuando el protagonista está
durmiendo en la película, es consciente de la posibilidad de que lo que ocurre
no es real, por tanto no hay manera de saberlo con certeza.
También se llega a
la conclusión de que no podemos soñar algo que no hemos vivido, es por esto que
en la película, se crean diferentes capas o niveles de sueños que son lugares o
situaciones familiares a la persona en cuya cabeza se están metiendo. Davis
Hume diría algo similar más adelante en su libro Investigación sobre el entendimiento humano en el que afirma que no
podemos crear nada absolutamente nuevo en nuestros pensamientos, da el ejemplo
de una montaña de oro, sabemos cómo es una montaña, y conocemos el color oro,
podemos juntar estos dos conocimientos aunque nunca lo hayamos visto, pero aquí
no hay nada nuevo. Los protagonistas de la película hacen lo mismo, usan cosas
de su vida para crear un mundo lleno de edificios de ciudades que han visitado
y elementos conocidos para crear estos niveles dentro de los sueños. Como dice
un personaje cuando crean estos mundos, “Debemos
imaginar lo que ya conocemos”.
En la película, la
palabra incepción se usa cuando se implanta una idea en la cabeza de alguien
que no estaba ahí originalmente. Esto nos puede recordar al método usado por
Descartes para explicar la idea de Dios a través del Yo. Busca en nuestra
cabeza una idea como la de infinito, que solamente podríamos haber conocido si
Dios nos la hubiese puesto ahí, pues nosotros, como seres finitos nunca
habríamos podido llegar a ella. La función del dios cartesiano podría ser en
cierta medida con la acción de incepción que plantea la película.
Esta es una película
muy interesante y compleja. Hace una buena labor de que te plantees lo que es
realmente la realidad, y también resulta curioso ver como algo que ya se
planteaba Descartes hace cientos de años sigue siendo una duda que se nos puede
seguir planteando incluso hoy en día.
Personalmente creo
que aunque en un principio no podamos distinguir entre el sueño y la vigilia
esto tampoco debería ser un problema en nuestras vidas. Quizá para el filósofo
sea un gran dilema, pero sea nuestra vida verdad o no tampoco tiene mucha relevancia
a la hora de vivir. Puede que nunca lo sepamos, pero realmente mientras que
para ti la vida tenga sentido, ¿es realmente necesario aclarar esta cuestión?