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Este es uno de los diálogos de
juventud de Platón, el tema es la naturaleza de la virtud.
- Desarrollo
del diálogo
Sócrates es despertado por su amigo Hipócrates, que muy excitado, le
dice que acaba de llegar a la ciudad Protágoras, y le aconseja a dirigirse
inmediatamente a la casa en que se aloja para disfrutar de sus enseñanzas.
Sócrates le previene contra la habilidad de los sofistas, que considera
peligrosa para el alma, aconsejándole prudencia. Ambos acuden a la residencia
donde se aloja Protágoras. Que se encuentra rodeado de varios filósofos y
estudiantes. A partir de este momento, el diálogo transcurre entre Sócrates y
Protágoras, con intervenciones puntuales de otros personajes.
Sócrates le interroga sobre las ventajas de sus enseñanzas. Protágoras
contesta que mejoran a la gente, pero el primero no se conforma con la
respuesta y le pide que explique en qué la mejoran. Para Protágoras, la virtud
es única, pero tiene diversas partes, cada una con su facultad propia, a la
manera que el rostro es uno, pero tiene cinco órganos de los sentidos. Así
mismo, la virtud se puede enseñar, lo mismo que cualquier habilidad. Los
hombres pueden acceder a alguna de las partes, pero no a todas, siendo la
principal, la sabiduría.
Sócrates no cree que la virtud se pueda enseñar y ambos se enzarzan en
una discusión, en la que los demás personajes hacen de público y de jueces.
Finalmente, declaran la cuestión como demasiado compleja, declarándose
mutua admiración y respeto.
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Tema del
diálogo
Como
podemos ver por este diálogo, la naturaleza de la virtud es un tema difícil de
definir. Para empezar, se podría decir que la
virtud se denomina la cualidad humana de quien se caracteriza por obrar
bien y correctamente.
Ambos filósofos estén de acuerdo en la importancia de aprender y llegar la virtud, al igual que su importante función en la
política del pueblo y el diálogo teniendo también que ver con la oratoria. Sin
embargo, encontramos grandes diferencias en el modo de acceder a estos valores y el uso que se debe hacer de ellos.
Como ya hemos visto repetidamente, la principal diferencia entre la enseñanza
de Sócrates y los sofistas era que el primero no cobraba por sus enseñanzas
mientras que el los segundos sí. Además de que estos veían la virtud o areté
como una manera de conseguir respeto y poderío, cuando según Sócrates no
debería de tener nada que ver con esto. Para Platón la virtud es la unión del
cuerpo (mortal) con el alma (inmortal), y tanto para él como para su maestro la virtud se basa en
la razón y el conocimiento.
Al no
creer en los valores absolutos, es difícil establecer una virtud y por tanto no
creo que sea algo que se pueda enseñar, cada persona debe valorar por si misma
aquello que crea correcto para llegar a ser virtuoso, pero no creo que
conceptos como la justicia o el bien se puedan ser aprendidos, pues son
términos muy amplios y con diferentes definiciones, por lo que estaría en parte
a favor de lo que dice Sócrates, al menos respecto al tema de este diálogo.